MI INCREÍBLE CAMBIO, 32 KILOS MENOS, SANACIÓN DE MI RESISTENCIA A LA INSULINA CON SOP Y DE MI TCA POR ATRACÓN.
¿QUIÉN ES SARITA KETO?
Me llamo Sara y tengo 32 años. Seguramente ya lo habrás visto en mis redes sociales, pero no soy una chica muy convencional. Me gustan las cosas extravagantes, alternativas, raras, y me gusta verle el lado “diferente” a las cosas. Y puede que gracias a eso, a esa búsqueda de las alternativas que va intrínseca en mí, descubriera la fórmula de la que ahora soy creadora: EL MÉTODO KETO RESET. Una forma de alimentarse muy distinta a la que nos han enseñado, una corriente que no está explotada, debido mayormente a que para las grandes industrias y empresas sería una ruina, porque un gran porcentaje de la población con sobrepeso no existiría, y mucho menos un elevado número de personas con enfermedades metabólicas e intestinales modernas...
Durante toda mi vida tuve muchísimas fluctuaciones de peso, y desde bien pequeña (11 años) fui diagnosticada de un desajuste hormonal que poco después tuvo nombre: Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP). Este desajuste hormonal solo era la punta del iceberg (mi problema real era una resistencia a la insulina y riesgo de diabetes), a la que los médicos no me dieron otra solución que tomar hormonas sintéticas. Toda mi vida tuve que tomar pastillas anticonceptivas que solo empeoraban el problema de base y tapaban los síntomas de un síndrome que cada año sería mayor, sin corregir el problema. Gracias a Keto, conseguí revertir mi SOP y mantener a rayas mis hormonas SIN UNA SOLA PASTILLA NI SUPLEMENTO.
Mi última gran fluctuación de peso fue en 2016 cuando me quedé embarazada de mi primer y único hijo, embarazo en el que engordé más de 30 kilos. Además, durante mi post parto, reapareció uno de mis trastornos alimenticios de cuando tenía 18 años, menos visible a día de hoy pero no menos importante que el resto: el trastorno por atracón. Un trastorno que te hace completamente dependiente y adicto a la comida, que te elimina el control de la saciedad y el control de tu cuerpo literalmente, y que hace que filtres todas y cada una de tus emociones a través de la comida. Gracias a Keto, ese problema también se acabó.
La alimentación cetogénica o Keto, me ayudó a entender la raíz del problema: las hormonas. Cuando estamos obesos, es generalmente porque hay una enfermedad detrás: resistencia a la insulina, síndrome metabólico, diabetes, SOP, etc. Muchas veces ni lo sabemos, creemos que estamos sanos, pero no es así. Nuestras hormonas no funcionan correctamente, y nuestras células no consiguen alimentarse bien. Y es por esto que engordamos, y luego no conseguimos adelgazar. ¿Cuál es el o la causante de que las hormonas no funcionen correctamente? La mala alimentación desde que nacemos, repleta de carbohidratos refinados y azúcar, que con el tiempo consigue que cualquier carbohidrato que comamos, por muy saludable que sea, nos haga daño. El carbohidrato como tal, no debería ser la base de nuestra alimentación como nos han enseñado, si no el porcentaje más bajo. Si lo razonas, nuestros ancestros no comían hidratos. En nuestro diseño original nuestro cuerpo no está preparado para lidiar con tantísima cantidad de glucosa en sangre. Cuando ingerimos hidratos o azúcar, el cuerpo lo transforma en glucosa, y nuestro páncreas segrega insulina, y sale a pelear contra ella, porque necesita limpiar el exceso de ella (de nuevo, más de la que nuestro cuerpo necesita). Esa glucosa se almacena en forma de glucógeno, y si no la quemamos haciendo muchísimo ejercicio cada vez que comemos, se va almacenando en forma en grasa. Pero es que además, nuestro páncreas se acaba mareando ante tantísima glucosa día tras día, año tras año, así que acaba segregando tanta insulina que nos enfermamos, y aparece la llamada resistencia a la insulina, por la que empiezan a salirnos problemas de salud, mayormente hormonales, que son los que nos hacen engordar. ¿Te das cuenta del círculo vicioso?
¿Qué hace la alimentación Keto? Pues fácil. Al dejar de consumir hidratos (glucosa), el páncreas apenas segrega insulina, por lo que se mantiene estable. Al dejar de usar la glucosa, nuestro cuerpo activa el todoterreno que tan olvidado tenemos, la otra fuente de energía que tenemos en nuestro organismo y que nunca usamos: las cetonas. Las cetonas las segrega el hígado, y son una fuente de energía increíble. Son quema grasas, te hacen sentir que flotas en las nubes, porque te oxigenan el cerebro, te limpian la piel, el cabello, favorecen la digestión, terminan con la inflamación crónica... Un sin fin de beneficios que jamás terminaría de mencionar.
Cuando me di cuenta de lo increíble que era este método, definitivamente supe que tenía que compartirlo con el resto del mundo. Algo que simplemente empezó siendo un diario de comidas y un registro de mis síntomas en una plataforma como Instagram, se acabó convirtiendo en mi pasión. Me dedico a asesorar desde mi experiencia a mujeres como yo, que no saben por dónde tirar, que están desesperadas porque su salud está en juego, que no son capaces de aprender a comer y adquirir hábitos saludables para poder mantener su peso y salud a raya, y que necesitan una ayuda y guía que les ilumine el camino.
Y yo, cada día me siento más feliz y completa por ayudar a los demás dirigiendo su camino cuando no son capaces ni de encontrarlo. Tener lo que yo no tuve, para que nadie más tenga que sufrir las consecuencias de un modelo alimenticio obsoleto que lo único que hace es enfermarnos más década tras década.